11.10.22

Mi otra yo

Nuestra historia es como la materia que no puede crearse y tampoco destruirse, no importa si fue algo triste, doloroso o feliz, por más que lo intentes nunca puedes cambiar lo que fue…

El pasado nunca desaparece, siempre queda guardado en alguna parte, el cerebro humano almacena toda la información que vivimos cada día, no solo el pasado, los sabores, olores, momentos, todo está ahí esperando el momento para ser recordado, lo que vivimos, aunque no lo recordemos nos va a afectar siempre.

Si vivimos lo mismo una y otra vez y el mismo ciclo se repite de maneras diferentes, una herida del pasado que no conocemos sería la causa, al hablar del pasado, te refieres al pasado, pero tu bisabuela, bisabuelo y hasta sus padres son parte de ese pasado,

¿Crees que las enfermedades, las malas relaciones, las pérdidas económicas y espirituales pueden tener su origen en generaciones pasadas, y es posible sanar todas esas heridas con el simple hecho de aceptarlas?

De saber cómo nos afecta el pasado, seguiríamos huyéndole? ¿Si huimos lo suficiente dejara de perseguirnos?

Freud creía que la información del subconsciente en realidad no desaparece,  sino más bien aparece en nuestra vidas como destino, que sea difícil recordar no significa que se haya olvidado, fragmentos de eventos traumáticos como palabras o imágenes se manifiestan en el lenguaje de dolor que todos nosotros llevamos dentro, nunca se pierde nada, las piezas solo cambian de dirección, si hacemos una conexión con las razones detrás de nuestros miedos y síntomas entonces nos abrimos a una posible solución.

Un pasado negado se repite en las generaciones en diferentes aspectos de la vida, esto no es necesariamente malo, es un mecanismo necesario para sobrevivir, porque aquellos que han pasado por la oscuridad nos enseñan el camino para salir de ella. Aceptar el pasado cambia nuestras decisiones ¿pero al cambiar nuestras decisiones cambia nuestro futuro?

Cuando uno de nuestros mayores enfrenta una situación injusta, a veces nos encontramos en la misma posición, en nuestro subconsciente funciona como honrarlos pensando "mira yo soy como tú"

La verdad es que no estamos conscientes de estos actos, pero es posible romper esos círculos porque fueron sus vidas, no las nuestras.

Es imposible pensar que el fuego que se encendió hace años siga ardiendo, pero y si se apagó prematuramente y solo dejó un humo negro y espeso, será posible renacer de esas cenizas… aceptar el pasado no es suficiente, para cambiar las cosas debemos dar nuevos pasos sin miedo esa es la historia del fénix, aquella gran ave que renace de entre sus cenizas.

Olvidamos que nuestros padres tenían sus vidas antes de que naciéramos, que se conocieron, se enamoraron e hicieron el amor, olvidamos que estamos vivos por que hicieron el amor, pero hay cosas que no podemos olvidar, por ejemplo, el odio que sentimos por ellos…

Los lazos más fuertes son los que tenemos con quienes nos trajeron al mundo, no importa cuantos años pasen, las tradiciones que se construyan, ni tampoco la magnitud de la infelicidad de la familia, nuestros lazos con ellos perduran a costa de nuestra voluntad.

Todo lo que esta atascado en el pasado, de alguna forma se manifiesta en nuestra vida, quizá la fortuna o la desgracia sean la repercusión de un paso dado o no dado en el pasado…

Es posible que nuestro pasado, aunque no lo recordemos… este guardado en alguna parte?

Venir al mundo es una elección? Y antes de venir al mundo elegimos a nuestra familia? Nuestros genes y nuestros ancestros serán la causa y la solución de nuestros problemas? Me llevaría años responder a esas preguntas y lo único que quiero hacer era empezar a buscar respuestas.