11.10.22

Mi otra yo

Nuestra historia es como la materia que no puede crearse y tampoco destruirse, no importa si fue algo triste, doloroso o feliz, por más que lo intentes nunca puedes cambiar lo que fue…

El pasado nunca desaparece, siempre queda guardado en alguna parte, el cerebro humano almacena toda la información que vivimos cada día, no solo el pasado, los sabores, olores, momentos, todo está ahí esperando el momento para ser recordado, lo que vivimos, aunque no lo recordemos nos va a afectar siempre.

Si vivimos lo mismo una y otra vez y el mismo ciclo se repite de maneras diferentes, una herida del pasado que no conocemos sería la causa, al hablar del pasado, te refieres al pasado, pero tu bisabuela, bisabuelo y hasta sus padres son parte de ese pasado,

¿Crees que las enfermedades, las malas relaciones, las pérdidas económicas y espirituales pueden tener su origen en generaciones pasadas, y es posible sanar todas esas heridas con el simple hecho de aceptarlas?

De saber cómo nos afecta el pasado, seguiríamos huyéndole? ¿Si huimos lo suficiente dejara de perseguirnos?

Freud creía que la información del subconsciente en realidad no desaparece,  sino más bien aparece en nuestra vidas como destino, que sea difícil recordar no significa que se haya olvidado, fragmentos de eventos traumáticos como palabras o imágenes se manifiestan en el lenguaje de dolor que todos nosotros llevamos dentro, nunca se pierde nada, las piezas solo cambian de dirección, si hacemos una conexión con las razones detrás de nuestros miedos y síntomas entonces nos abrimos a una posible solución.

Un pasado negado se repite en las generaciones en diferentes aspectos de la vida, esto no es necesariamente malo, es un mecanismo necesario para sobrevivir, porque aquellos que han pasado por la oscuridad nos enseñan el camino para salir de ella. Aceptar el pasado cambia nuestras decisiones ¿pero al cambiar nuestras decisiones cambia nuestro futuro?

Cuando uno de nuestros mayores enfrenta una situación injusta, a veces nos encontramos en la misma posición, en nuestro subconsciente funciona como honrarlos pensando "mira yo soy como tú"

La verdad es que no estamos conscientes de estos actos, pero es posible romper esos círculos porque fueron sus vidas, no las nuestras.

Es imposible pensar que el fuego que se encendió hace años siga ardiendo, pero y si se apagó prematuramente y solo dejó un humo negro y espeso, será posible renacer de esas cenizas… aceptar el pasado no es suficiente, para cambiar las cosas debemos dar nuevos pasos sin miedo esa es la historia del fénix, aquella gran ave que renace de entre sus cenizas.

Olvidamos que nuestros padres tenían sus vidas antes de que naciéramos, que se conocieron, se enamoraron e hicieron el amor, olvidamos que estamos vivos por que hicieron el amor, pero hay cosas que no podemos olvidar, por ejemplo, el odio que sentimos por ellos…

Los lazos más fuertes son los que tenemos con quienes nos trajeron al mundo, no importa cuantos años pasen, las tradiciones que se construyan, ni tampoco la magnitud de la infelicidad de la familia, nuestros lazos con ellos perduran a costa de nuestra voluntad.

Todo lo que esta atascado en el pasado, de alguna forma se manifiesta en nuestra vida, quizá la fortuna o la desgracia sean la repercusión de un paso dado o no dado en el pasado…

Es posible que nuestro pasado, aunque no lo recordemos… este guardado en alguna parte?

Venir al mundo es una elección? Y antes de venir al mundo elegimos a nuestra familia? Nuestros genes y nuestros ancestros serán la causa y la solución de nuestros problemas? Me llevaría años responder a esas preguntas y lo único que quiero hacer era empezar a buscar respuestas.



8.3.22

Para mis hijas


Hijas, quisiera estar segura de enseñarles... a disfrutar del amor, a confiar en su fuerza, a enfrentar sus miedos, a entusiasmarse con la vida, a que pidan ayuda cuando la necesiten, a tomar sus propias decisiones, a ser unas buenas amigas de ustedes mismas. Quiero estar segura de que aprendieron,,, a decir o callar según su conveniencia, a quedarse con el crédito de sus logros, a no estar pendiente de la aprobación de los demás, a no absorber las responsabilidades de otros, a ser conscientes de sus sentimientos y a actuar en consecuencia. Quisiera estar segura hijas, que aprendieron a poner límites, a sostenerlos, a tomar más riesgos, a aceptar los cambios, a realizar sus creencias, a ser capaces de llenar primero sus copa y luego las de de los demás, a planear su futuro pero no vivir en él.

Me gustaría, hijas mías, que hayan aprendido... a valorar su intuición, a tomar sus propias decisiones, a hacer de la comprensión y el perdón, sus prioridades, a aceptarse cómo eres, a disfrutar la diferencia entre los sexos, a aprender de los encuentros y de los fracasos.

Me gustaría, hijas mías, que se permitan reír a carcajadas por la calle, sin ninguna razón. Pero, sobre todo, quisiera que hayas aprendido...

A no idolatrar a nadie jamás....y a amarte a ustedes mismas sobre todas las cosas

MUJER

Celebro ser MUJER

Celebro a mi madre, a mis abuelas, tías y a todo mi linaje de mujeres guerreras.

Celebro a mis hermanas, amigas y maestras.

Celebro a mis cuñadas y a mi suegra.

Celebro a mis hijas, a mis primas y sobrinas.

Celebro a toda mujer que respira

Sean todas eternamente bendecidas

Sepan siempre que son  amadas


7.3.22

Conciencia

 Conforme tu mente se vuelve más clara y suave, el mundo que percibes se vuelve más claro y suave...



Cuando tu mente se vuelve más bella, el mundo se vuelve bello, no es al revés, no existe un mundo bello, sólo el observador que se entrega en belleza a lo que ve.

17.2.22

Pies infieles

Es increíble el grado de infidelidad que hay hoy en día, alguna vez me prometí dejar de escuchar esas historias para dejar de contaminarme al pensar que esa era la causa de mi poca credibilidad en las relaciones, pero fue imposible.
Hablaré de mi género. Hombres: por favor no se espanten. Las estadísticas de que las mujeres son más infieles, son ciertas. Las principales causas: Falta de atención de nuestros propios hombres y venganza. Así es, a diferencia de los hombres que engañan por darse un gustito, nosotras lo hacemos por el gusto de saldar cuentas.

Es verdad que muchas justifican su infidelidad con solo haberse imaginado que él fue o es infiel, sin siquiera tener una prueba determinante. Basta solo con imaginarlo para buscar una oportunidad que iguale las circunstancias, siendo necesario quizá más de un encuentro para que así la deuda se balance. El secreto de las mujeres es que cuidamos cada movimiento y nunca perdemos el control, tenemos el poder de decidir cómo, cuándo y dónde.

Y no solo baso esto con historias de conocidas y amigas sino que yo misma, alguna vez, caí en ese juego por ignorancia de manejo y de consecuencias; créanme, eso que nos dicen de que todo se paga, es muy cierto.

Un día estaba en una de esas rachas que pasan alrededor de los 3 años de noviazgo, nos alejamos y mi inmadurez me llevó a aceptar una comida de un chico que conocía desde hacia poco. Esa comida llevo a otra y otra, y en ellas me hablaba de un mundo diferente y me abría la oportunidad de vivir nuevas cosas. Llenaba el tiempo con grandes historias, risas, grandes ofertas y eternas promesas. Un mundo que aparentaba ser por siempre perfecto, sin los
problemas de mi noviazgo que me habían agotado. Pensé que podía manejar esa situación pero se me fue de las manos, lastimé profundamente al hombre del que estaba enamorada y lo perdí para siempre. Aquel chico nuevo fue tan fugaz como el sentimiento.

Hoy, mujeres casadas son infieles por que necesitan esa chispa del que gozamos las solteras cuando el juego de la conquista es el objetivo de un nuevo chico que nos envuelve de romanticismo, detalles, besos, pasión arrebatada y dulces palabras. Algunos hombres casados creen que sus mujeres ya son terreno conquistado y descuidan el romance con las mujeres que orquestan su casa y su familia. Así que si desean no ser cuerneados, NECESITAN darles ROMANCE, no solo para hacerlas felices, si no que además alimentarán su propia felicidad. Pues no hay como una mujer y un hombre enamorados.

La falta de esto, en ambos sentidos, más la aparición en un momento crítico de un tercero en discordia, puede ser el inicio de pertenecer a ese circulo de infidelidad que nunca perdona: ¿triste o humano?¿Jugar con fuego o el juego de
la vida?, ¿velas prendidas que eventualmente provocarán un incendio? Lo que es cierto es que el coqueteo inocente quizá nos alimenta el ego, después viene el gran juego y en la mayoría de los casos pierdes: tu vida, pareja, credibilidad… Evitar lastimar a quien hemos elegido como nuestra pareja, ese sentimiento de saldo en cero y sentirte integro, no tiene precio. Irte sin deudas con la vida, no es fácil, lo sé, pero el sentimiento de integridad al 100% es mejor que el de ser “quien fallo”. Siempre hay un punto donde sabes que un paso al frente será una elección con consecuencias no negociables.

Maria del Alma

Pies calladitos... se ven más bonitos

Esta tarde, mientras comía con Claudia, fuimos interrumpidas por una chica que la llamó por teléfono y que lloraba sin control por el otro lado del auricular. Claudia, en su intento de darle consuelo y ánimo, le dijo la consabida letanía que estamos obligadas a decir cuando un tipo se pasa de listo y nuestra amiga tiene roto el corazón:  “…Es un %$#&?!!, que por supuesto no te merece, pero dale unos días y se va a arrepentir, regresará llorando a suplicarte de rodillas que regreses, nunca encontrará a nadie como tú… Tu lo que tienes que hacer es…” Bla bla bla…

Cuando colgó, me conto brevemente la tragedia. Yo, le compartí un consejo que aprendí un día cuando recibí una llamada pareceida de mi mejor amiga mientras tomaba café con un chico. Aquel día, supuse que me llamaba para contarme la noche fantástica que había pasado con su novio, quien había regresado la noche anterior tras dos meses de vacaciones. Dos meses donde ella había detenido su vida, lo digo literalmente, pues tenía  planes de cambiar de casa, viajar, cambiar de carro, etc. Todo esperaría hasta que en conjunto, como pareja, tomaran estas decisiones. Pues él, en un momento impulsivo de amor, antes de irse, le mencionó “matrimonio”. Ella lo aterrizó y quedaron de hablarlo seriamente cuando el regresara, podrían empezar por vivir juntos. Yo misma fui testigo de ese romance, leí las decenas de cartas, correos, y toda forma de comunicación existente de la que se valió, para mantenerse presente y enamorarla cada día más, a larga distancia. En resumen, le profesaba amor eterno, y yo con tantas pruebas, daba fe asegurando que era su príncipe azul.

Entonces le contesté: “¡Amiga!! Cuéntamelo todo. Cuándo es la boda??!!”, solo escuché un sollozo tras otro incrementando cada vez más su intensidad, apenas podía articular una palabra de su garganta hecha nudos y el corazón roto. Finalmente pudo contarme a cachos lo que justo pasó después de haber tenido una apasionada noche de reencuentro. Él, al despertar, la tomo de las manos y le dijo: “Perdóname, ya no siento lo mismo”, tomó sus cosas y se fue.


Hasta a mi me dolió, sobre todo por haberle dicho tantas veces que por fin se había encontrado con el hombre de su vida. Cuando me contaba los detalles de todo lo que pasó desde que lo recibió en  el aeropuerto hasta que se fue de su casa, no dejaba de revolverse mi estómago y sentir impotencia por no poder ir por el ahora villano, recachetearlo para acomodarle las neuronas y llevarlo arrastrando con mi lastimada amiga. Pero solo me quedaba hacer mi labor y maldecirlo y esperar que ella encontrara un poco de alivio.
Ella estaba dolida, confundida y agotada, me llamaba pidiendo un consejo, esperando hacer los  mejores movimientos que aseguraran el regreso del tipo de rodillas pues ella había pasado conmigo varias de mis rupturas, y me vio no derramar más de dos lágrimas, y luego los vio regresar uno a uno arrepentidos.  Él había empezado a llamarla. Yo, le dije: “El tipo esta pensando que… Así que lo que tu tienes que hacer es: no contestar, desaparece, sal de tu casa, apaga tu teléfono, que no te encuentre… Hasta que te enfríes y puedas hablar sin que duela” . Que se diera un baño caliente y más tarde pasaría a recogerla.
Cuando colgué, el chico con el que estaba me miró desaprobándome, y me dijo:  “1- Mal consejo, pues no le puedes decir a alguien qué tiene que hacer,  y dos,  cómo una mujer pretende que otra mujer le diga cómo piensa un hombre. Si él la llama, es por que algo tiene que decirle. No quiere lastimarla.” Yo defendí mi postura, pues solo quería proteger a mi amiga y alejarla del villano. Aunque tenía sentido lo que decía, así que desde el baño la llame y le di las nuevas recomendaciones. Lo que permitió hacer lo que ambos realmente necesitaban, explotar de enojo y pena y cerrar con todo dicho.
Desde entonces creo que dar un consejo tiene mucha responsabilidad, pues si el resultado no es el que prometes, cargarás con la culpa. Considero que es mejor preguntar todo lo que se me ocurre para que las respuestas aparezcan solas. Mientras, pasa el tiempo que lo cura todo.
María del Alma.

El secreto de la conquista a sus pies

Hace unos días salí con un grupo de amigas, casi todas de ellas casadas, tenían años sin salir a bailar, estábamos como niñas en un parque de diversiones. Entre cantar, bailar y reírnos hasta cansarnos, avanzó la noche. De pronto, un chico que llevaba observando  a Jahel por casi una hora, se acercó con sonrisa temerosa,  le ofreció un trago y le dijo algo al oído. Ella solo lo miró por un segundo y le respondió un frio y molesto: ¡No! Lo vi rendirse y alejarse. Me dio pena, pues no parecía fácil haber decidido acercarse para que de una, lo abrieran. Así que decidí compartir con todas ellas el recuerdo que viví unos meses atrás, sobre una escena similar y la plática que tuve con el chico que me acompañaba esa noche.

En  aquella plática hablamos del approach y la conquista. Él decía, que a diferencia de ellos, cuando nosotras salimos en grupo a un bar, no salimos con la intención de ligar (no lo quise desmentir), pero al igual que ellos, tenemos en mente que puede llegar a ser una lucky night.

Explicaba que el trabajo de preparación de los chicos incluye: mente, cuerpo y espíritu. Se mentalizan en que conquistarán a la mejor chica de la noche y mientras nosotras  prospectamos al ligue casual a ser  “el bueno”, ellos solo piensan en lo lindo que se vería tu vestido tirado en el piso de su apartamento.


Él continuaba confesando: una vez preparado, se avienta al ruedo en busca  de su víctima, con cuerpo erguido, sonrisa casual y postura de poder. De pronto  la ve, estudia su entorno que dará los parámetros del reto a cumplir. Se reporta por unos minutos para asegurar la respuesta a los juegos de miradas. Al contar con el primer cambio de luces, define la estrategia, repasa mentalmente la escena  mientras selecciona cuidadosamente las palabras que dará a la única oportunidad que tiene para obtener un pase de entrada o salida definitivo. Ahí esta su mayor secreto, y es donde debemos estar más alerta, pues no solo es su único pase si no nuestra única oportunidad de salvarnos y de huir a tiempo.

Por fin llega el momento esperado. Entre la multitud, se acerca el valiente cazador. Si tiene suerte y logra tu atención, inicia la audición.  Observas como luce, habla y sonríe, mientras escuchas el speech seleccionado que de antemano sabes que es un borrador ya utilizado en varias ocasiones. Ahora todo depende de ti, de dejarlo pasar según el control de calidad de tus mínimos requeridos.

En este punto, él hizo una pausa para hacer una petición en nombre de su género: que antes de batear al valiente cazador, nos detengamos por un segundo a hacer un acto de buena fe con la idea de evitar destrozar su ego masculino. Si cambiamos el bien aprendido, frío y cortante: “no”, por: “perdón, tengo novio”, aunque bien podría ser mentira, puede cambiar todo para ellos, haciéndolos creer que la única barrera es el estorboso novio. Así, evitamos que se sienta un patético perdedor que lo lleve a un emborrachamiento amnésico en donde se ligaría a la última mujer que jamás hubiera escogido, para después convertirse en la comidilla de sus amigos, o lo que es peor colaborar para forjar su patanería.

Si hubiera conocido la  “frase mágica” antes, no habría perdido varios meses de mi vida, y me habría ahorrado una gran parchada de corazón con este mismo personaje, pues cuando lo conocí supe que debía correr desde que escuche sus primeras palabras. Él no hubiera insistido, y habría aceptado el hecho. Pero al no haber intermediarios me volví un reto más. Y no es que no haya sabido decir que no, hasta se lo repetí, pero él es un artista en este tema y mi negativa alimentaba su estrategia encantadora. Con eso ni mi record de bateo preventivo fue inmune.

Así que hoy les comparto este secreto,  que no solo es una obra de caridad para ellos, si no una salida rápida para nosotras al detectar las primeras y claras señales de peligro a las que debemos hacer caso si o si, y evitar descalabros emocionales innecesarios.

María del Alma.

La teoría de los pies resfriados

En el verano pasado, a razón de descuentos de fin de temporada, dediqué una tarde para ir de shopping a una plaza comercial, con la intención de  subir mi ánimo y bajar mis ahorros. La peor decisión, pues no consideré que también eran vacaciones escolares y había niños por todos lados. Cansada del ruido me senté a tomar un café mientras unos preteens platicaban frente a mi.

Una pequeña le preguntó a su hermano, apenas unos años mayor que ella: ¿Qué es cuerpo cortado? Él respondió: No tienes ánimo de nada, debilidad, desgaste, solo quieres dormir, no salir de cama, cualquier movimiento pesa y hasta duele. La pequeña asintió con la cabeza mientras se recostaba sobre la mesa y desvanecía sus ojos hasta casi cerrarlos, aceptando el hecho de que tenía todos los síntomas que la llevarían a un inevitable resfriado.

Mientras tenían esa plática, recordé todas las veces que tuve el cuerpo cortado cuando alguna relación terminaba. Las horas enteras que pasé con ojos llorosos, los kilos que bajé durmiendo mientras estaba a dieta sentimental; ansiosa, con más ruido en mi mente que en mi entorno y con un profundo dolor interno. Llegué a sentir las horas pasar tan lento que pensé que nunca me repondría. Me entregaba al tiempo, que siempre hizo bien su trabajo al no detenerse, ayudándome, así, a olvidar y finalmente reponerme al sentir los rayitos de luz que anunciaban un nuevo comienzo, entrando por mi ventana.

Como todas las enfermedades, mi cuerpo se hizo más resistente al virus. No soy más la clase de chica que se tira días y noches a llorar o a dormir, que sufre de ansiedad por marcar para escucharlo o necesidad de su presencia. No pierdo las fuerzas, las ganas ni la fe. Mi cuerpo y mi mente funcionan diferente. Gozo de un nivel de recuperación brutal del que me siento tremendamente orgullosa y satisfecha, tengo una fuerza que no intercambio por nada, amo la forma en que no me engancho y la plenitud con la que me conduzco.

Es cierto que decir adiós en una relación  nunca es fácil, ni siquiera  hay un mejor sentimiento si fuiste,  o no, quien tomó la decisión. Ya no hay espacio para endosar culpas, ni siquiera eso es medicinal, hay que tomar lo aprendido y seguir adelante. Hay que evitar luchar contra corriente, no se puede retener cuando alguien ya no quiere quedarse, no se debe pedir a alguien que “lo reconsidere”, ¡No, no, no!, cuando alguien se quiere ir… ¡pues que se vaya! No hay más… No habrá palabras que cambie lo que no siente, no hay respuestas a las preguntas que chocan contra pared, no hay miradas donde encuentres lo que ya no hay, no hay respiración de boca a boca que reviva el amor ya muerto… solo queda un frío adiós y un difunto sentimiento, al que solo hay que dedicarle “ un minuto de silencio”.

Alguna vez, un par de días después de terminar una relación actualicé mi estatus: ¡Feliz! Una amiga me llamó y me preguntó que clase de estrategia barata usaba, pues nadie después de terminar se puede sentir feliz; ella creyó que pretendía mandar un mensaje subliminal al difunto. Enseguida supo que no bromeaba cuando le recordé el día que me vio llorar  de enojo durante cinco minutos, después tomé mi bolso y salimos a comer mientras nos reímos del pasado. Decidir cerrar lo más pronto posible y con el objetivo de una recuperación emocional total, es una formula extraña pero infalible.

Mientras tanto, llegará el día en que todas las enfermedades serán curables menos las mentales, entonces seremos todos locos saludables.

María del Alma

Pies Forever

Después de varios días que me tomó recuperarme de aquella resaca de quinceañera, he decidido contarles la historia de Carlos: mi forever. Sí, todas tenemos uno en nuestra historia: un chico con el que nos cruzamos en varias etapas de nuestra vida y por algún momento llegas a pensar que el destino se ha empeñado tanto en cruzar sus caminos, que quizá finalmente terminarás pasando el resto de tu vida con él.

Lo conocí el primer año de secundaria, él ya iba en la prepa. Era alto, trigueño, con profundos ojos verdes, frente pequeña y con novia: Ximena, quien cursaba el último año de secundaria. Era del grupo de las chavitas cotizadas del colegio, quienes dominaban con solo tronar los dedos a los chicos que les cumplían sus caprichosos deseos. Yo tenía una menuda figura, lentes, usaba coleta con listón y me gustaban las artes plásticas. Entretenía mi tiempo escribiendo para la revista escolar, participaba en actividades deportivas, música y ensayos para la escolta, una completa y total “ñoña” invisible para él, y prácticamente inexistente para el resto del mundo.

Hasta que la vida me hizo una gran jugarreta cuando lo vi llegar un viernes a la fiesta sorpresa que organicé para mi hermano, pues resultaron ser amigos. Cuando nos presentaron, toco mi hombro, no tengo palabras para describir lo que sentí, no se por cuanto tiempo me quedé congelada, hasta que Eva mi mejor amiga en turno, me llevó corriendo a mi cuarto y me disfrazó de chica truena–dedos: soltó mi cabello, me arrancó los lentes, cortó mi falta y me puso en acción cual Sandy rebelde en la última parte de “Grease”. El extreme makeover y mi mejor actuación funcionaron pues el siguiente lunes me pidió ser su novia después de haber terminado el fin de semana con la pasada de moda, Ximena.

Fue una linda relación: salíamos al parque, reíamos, jugábamos, soñábamos con crecer juntos y nos comíamos las horas pegados al teléfono. Esperaba ansiosa escuchar el timbre de salida del colegio, pues sabía que él estaría esperándome. Al verlo corría a sus brazos y me llenaba de dulces palabras y besos. En fin, una relación de sueño. Se acercaba mi fiesta de quince años y mi mejor amiga, Eva, me ayudaba a organizar los detalles del festejo, entre los tres reíamos imaginándome en el columpio con chambelanes y todas las boberas que mi madre quería que hiciera. Cuando llegó el gran día, al casi finalizar la fiesta, yo lo buscaba, cuando de pronto mi hermano me detuvo para decirme que lo acababa de ver besándose con Eva, mientras me lo decía, lo vi entrar apresurado limpiándose los labios y detrás de el, ella. Sería la edad o la hormona, él dijo que fue el momento y el alcohol, cuando con lágrimas en los ojos le pregunte si era cierto lo que me acababa de decir mi hermano. Su silencio me lo dijo todo, se me rompió el corazón, pero ahí aprendí que de amor nadie se muere.

Nunca imaginé, que a pesar de eso, él seguiría siendo parte de mi vida. Desde que terminamos, de una u otra forma, siempre estaba presente. Respetaba mis largos noviazgos asegurando que llegaría el día en que regresaríamos para nunca mas separarnos, lo cual nunca pasó pues la novia en turno de pronto me llamaba exigiéndome dejar a su novio en paz. Él llamaba enseguida para disculparse argumentando que seguía esperándome y que su novia lo sabía.

Volvimos a coincidir en la Universidad, donde casi regresamos, pero una chica se le metió por los ojos, o mejor dicho, por la cama. Después de una apasionada relación un día finalmente le dio un anillo de compromiso.  No lo podía creer, pues era la típica cachos flojos de moral distraída y boca suelta,  pero dicen que cada quien tiene lo que se merece. Yo afortunadamente estaba en una relación muy enamorada, pero no dejó de caerme como una bomba la noticia cuando llegó Fulanita–moral–relajada,  gritando que estaba comprometida y detrás de ella: él, quien parecía, lejos de feliz, avergonzado.

Esa tarde llegó a mi casa con el mismo anillo diciendo que era un estúpido por lo que había hecho, que yo era el gran amor de su vida y que quería compartir el resto de sus días conmigo. Sí, así se las gastan estos hombres mal logrados, por eso lo mandé a él con sus dos dedos de frente y anillo reciclado a Neverland. Y a pesar de que le hice un favor a Fulanita, pues él no se quedaría como el perro de las dos tortas, ella llamó para repetir el mismo numerito que había escuchado de cada mujer que paso por su vida.

Y así es como inicié la lista de la colección de anillos, esta armadura de acero y mi feliz soltería.

María del Alma.

Aquellos pies que corrían acabándose los zapatos

Más del ático.... cuando empecé a escribir una columna en un sitio de unos grandes escritores hace 10 años... en el 2012
Soy María. Una mexicana que vive sus jóvenes 30´s y disfruta del placer de la soltería. Independiente, con inquietudes profesionales, responsable y agridulce. Procuro encontrarle el lado bueno a la vida. Soy todo-terreno, impredecible, dueña de mi tiempo y mis decisiones.

MÁS DE MI

Mi color: según el día y el ánimo. Soy mercadóloga por profesión y pintora por ratos. Ahorro un poco para viajar y un tanto para un día comprar mi propio departamento. Despierto de buen humor, ando por la vida sin miedo y siempre estoy corriendo para intentar robarle horas al día.

¿EN UNA RELACIÓN?

Siempre diferente. Como dicen: según el sapo la pedrada. No creo que tengamos un perfil definido, somos cambiantes según las circunstancias. Si quiero estoy, si no, no. Claro, esencia es una, ya me juzgarán.

Y ASÍ…
Soy una mujer que no renuncia al amor. Unos días de cara, otros de cruz pero siempre adaptándome a esta raza urbana y tratando de hacer mi mejor papel en la vida.  Tengo cuatro anillos en el ático que solían coronarme y ahora son más déficit que ganancia. Fiel a la convicción de que no todas las mujeres han nacido para casarse y que si hay un hombre para mí llegará, si no,  pues no. Nada es una regla ni es definitivo, estoy entregada a la buena fortuna de un día a la vez. Soy un par de pies descalzos que: se ponen de pie, caminan, trotan, corren, suben, bajan, se tropiezan, se levantan, dan pasos atrás, cambian de rumbo y empiezan otra vez. Juego con mis dedos a ser un acordeón, bajan y suben de un lado a otro mientras decido si vale la pena volver a caminar a pesar de su cansada condición. Me  pregunto si un día llegarán un par de pies firmes y fuertes que se enfilen junto a los míos esperando retomar el paso y, si tienen suerte, por fin correrán juntos para nunca detenerse.

10.2.22

Recuerdos... Dedicados 2

 Hoy descubrí

Hoy te descubrí cuando te dije hola, cuando me acerque a ti, todo me temblaba, la sonrisa la tenía congelada, las palabras se tropezaban, mi mirada no podía centrarse en tu rostro, se avergonzaba, era un atrevimiento el mío hablarte y el verte, desde ese momento empezó el sueño, comenzó para una nueva historia de amor, ¿la suerte me volvería a sonreír o el destino me estaría jugando una nueva pasada?

Hoy descubrí que tienes más de diez miradas y que todavía me faltan muchas por revelar. La primera, cuando estas preocupada o algo te altera; la segunda, cuando te enojas y estas enfadada por algo injusto; la tercera, cuando estas emocionada por algo que vas a hacer; la cuarta, cuando me regañas y te pones seria; la quinta cuando estas borrachita y desinhibida; la sexta, cuando estas feliz y contenta; la séptima, cuando estas desilusionada o sin ánimos de nada; la octava, cuando estas cansada y ya quieres irte a dormir; la novena, cuando esquivas mi mirada; la décima cuando estamos haciendo el amor.

Hoy descubrí que no todo se trata acerca de mí, que hay que soltar el costal de piedras que carga uno, que si existe el amor después de un fracaso, que hay esperanza y que hay ilusión, para mí todo eso eres tú. Que solo uno puede dar amor si uno tiene amor y se quiere uno así mismo, pero esto tiene que brotar como manantial desde el centro y con una naturalidad maravillosa para poder rociar y contagiar al ser amado.

Hoy descubrí que te quiero a ti y que me encantas, que te quiero en mi vida, que me divierto mucho contigo y que me haces reír, que me haces sufrir y a veces pierdo la paciencia contigo, que me enfadaba mucho contigo porque no comprendía cunado me decías que tu no hacías nada y que simplemente era yo quien iba muy deprisa. Que espere mucho tiempo para estar contigo y esperaría todavía más porque eres alguien que completa mi vida y que hace que sienta mariposas en el estomago, que la cabeza me de vueltas, que me suden las manos, que pierda el sueño, que quiera darte todo lo que este a mi alcance, que quiera regalarte la luna y darte un ramillete de estrellas.

Hoy descubrí que tengo mucho por darte, siempre y cuando tu lo quieras, que yo quiero besarte a cada rato, que quiero protegerte y abrazarte a cada rato, que quiero que vayas y vengas como te plazca, para que cuando regreses a mi lo hagas con todas las ganas y deseos del mundo. Quiero sembrar un granito de miel en ese corazón hermoso que tienes, regarlo con agua de mar y verlo crecer con los rayos calurosos del sol y que seas solo mía, porque puedes estar completamente segura que yo te pertenezco desde hace mucho tiempo.

Hoy descubrí que tuve que darle mil vueltas a la galaxia para entender que eres la mujer más hermosa del universo, que tu corazón es una súper nova que estalla a cada rato y que no hay ningún hoyo negro que pueda atrapar esa luz tan inmensa de tu ser, que tu eres mi luna y que yo soy tu sol y cada vez que nos juntamos sucede un eclipse de amor

que hacen que millones de cometas viajen al infinito. Que tanto Marte como Júpiter están alineados para que mi ser y el tuyo se unan como una constelación que brillará más que el propio cinturón Orión.

Hoy descubrí que te extraño mucho cuando no estas, que quiero verte porque eres algo deslumbrante a la vista, que quiero hacerte reír a carcajadas hasta que te duela la mandíbula, que quiero consentirte y tratarte como una reina, porque eso es lo que eres. Que nunca me cansare de decirte lo mucho que te quiero, que nunca diré basta, cuando se trate de besarte los labios, el cuello, la frente, el pelo, el cuerpo, el alma. Que siempre te tratare con respeto, porque eres una bella y tienes toda mi admiración y respeto.

Hoy descubrí que estoy embriagado de amor y que contigo me siento desnudo, que mi corazón esta al descubierto y que no tengo la más mínima intención de protegerme sino por el contrario, cada día me abriré más, te revelaré más detalles de mi persona que puedan llegar a gustarte, que tengo muchos cariños que darte, que hay demasiadas cosas que me gustarían aprender de ti y otras tantas que podríamos compartir.

Hoy descubrí que eres una rosa, que toda tu belleza proviene desde adentro y cuando floreces iluminas todo mi jardín, que eres muy delicada y debo tratarte con mucho tacto, que si me descuido me puedo espinar, pero si te riego con mucho cariño y te hablo con dulzura te abres tiernamente y tus pétalos desprenden un aroma excitante.

Por todas estas razones y muchas más, hoy descubrí que mi corazón late por ti, para ti y que ya no puedo más y quiero más, estoy desesperado por saber de ti, conocer que piensas de mí, que sientes por mí, si hay esperanza para mí o simplemente sientes cariño y amistad por mi.

PL, 2009

Recuerdos.... Dedicados 1

Me he encontrado con una carpeta de archivos viejos de cartas que me enviaron y me encantará incluirlos en este...  mi espacio, sin  un orden 

Ayer vi dormir a una hada y fue el espectáculo más increíble que haya visto en mi vida, parece como si este ser, hermoso, místico, hubiera doblado y guardado cuidadosamente sus alas y se haya adentrado en el mundo de los sueños y de las fantasías. En donde todo es vida, color y magia, donde si existen los unicornios, los gigantes, los hombres alados, sirenas y todas esas criaturas impensables e ilusorias.

Ella ni siquiera notaba mi presencia, desconectada y refugiada en otra dimensión, en una tierra lejana rodeada de todas esas cosas bellas y significativas para ella. En su mundo, protegida de todo y de todos, esa burbuja impenetrable que la defiende de cualquier ataque y amenaza.

No quería ni siquiera moverme porque cualquier ruido o distracción podría despertarla e interrumpir ese mágico momento, en donde ella seguramente desplegaba sus alas y revoloteaba alegremente en el bosque encantado sintiéndose segura y alegre…

Era tan hermoso el encuentro, un hilo de luz entraba sutilmente por las persianas y reposaba dulcemente en su espalda, pareciera como si un pelo de la luna se atreviera a tocar su piel y las estrellas estuvieran presenciando atónitas dicho evento, la energía que cedía la luna en ella, hacía que recuperara la fuerza en ese cuerpo y la bañara con un brillo que inmediatamente hacían que sus pelos cambiaran a plata su color.

La luna exhausta y con ganas de dormir, se refugio entre unas almohadas blancas y frescas cediéndole el cielo al sol que empezaba a estirar sus brazos y a bañar con su calor a todos los seres del universo.

La nena que dormía profundamente en su cama despertó lentamente y perezosamente, sabía que tenía las pilas puestas y estaba lista para comenzar un nuevo día, una nueva aventura con toda la energía y fulgor de la luna y el sol…



PLM

2009-06-05


Vibrando

 Y es que conectamos, aun sin conocernos

    Porque NO es lo que vemos nunca es lo que vemos, si no lo que sentimos. Incluso con las cosas, su color, su textura, su forma nos lleva a sentir.



Cuida el nivel de vibración, mira a tu al rededor, te gusta? No son ellos, eres tú que con tu vibración atraes lo que te rodea.

Como modifico mi vibración? cambia tu diálogo interno, elije tu paz por encima de todo y no te distraigas

En mi totalidad

El miedo existe en el momento que nos desconectamos con nuestra fuente de amor... Recuerda que eso en lo que cree tu corazón no nos ve desde arriba, nos ve desde adentro, el nos habita desde ahí en donde está nuestra totalidad



Hoy hago lo posible por estar en mi y por mantener mi mundo interior en paz