17.2.22

Aquellos pies que corrían acabándose los zapatos

Más del ático.... cuando empecé a escribir una columna en un sitio de unos grandes escritores hace 10 años... en el 2012
Soy María. Una mexicana que vive sus jóvenes 30´s y disfruta del placer de la soltería. Independiente, con inquietudes profesionales, responsable y agridulce. Procuro encontrarle el lado bueno a la vida. Soy todo-terreno, impredecible, dueña de mi tiempo y mis decisiones.

MÁS DE MI

Mi color: según el día y el ánimo. Soy mercadóloga por profesión y pintora por ratos. Ahorro un poco para viajar y un tanto para un día comprar mi propio departamento. Despierto de buen humor, ando por la vida sin miedo y siempre estoy corriendo para intentar robarle horas al día.

¿EN UNA RELACIÓN?

Siempre diferente. Como dicen: según el sapo la pedrada. No creo que tengamos un perfil definido, somos cambiantes según las circunstancias. Si quiero estoy, si no, no. Claro, esencia es una, ya me juzgarán.

Y ASÍ…
Soy una mujer que no renuncia al amor. Unos días de cara, otros de cruz pero siempre adaptándome a esta raza urbana y tratando de hacer mi mejor papel en la vida.  Tengo cuatro anillos en el ático que solían coronarme y ahora son más déficit que ganancia. Fiel a la convicción de que no todas las mujeres han nacido para casarse y que si hay un hombre para mí llegará, si no,  pues no. Nada es una regla ni es definitivo, estoy entregada a la buena fortuna de un día a la vez. Soy un par de pies descalzos que: se ponen de pie, caminan, trotan, corren, suben, bajan, se tropiezan, se levantan, dan pasos atrás, cambian de rumbo y empiezan otra vez. Juego con mis dedos a ser un acordeón, bajan y suben de un lado a otro mientras decido si vale la pena volver a caminar a pesar de su cansada condición. Me  pregunto si un día llegarán un par de pies firmes y fuertes que se enfilen junto a los míos esperando retomar el paso y, si tienen suerte, por fin correrán juntos para nunca detenerse.

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