Hace un año después de un triste noviembre un frío diciembre seguido de un par de meses que parecieron años, esperaba que llegara Marzo con su calor esperanzador de un nuevo comienzo... no sabía de que, solo esperaba que algo sucediera, que el calor de primavera ademas de aligerar mi ropa curara y me ayudara a olvidar. El gran deseo dio la pauta para que en los primeros días me diera cuenta que solo basta desear las cosas con todo el corazón para que sucedan. Y aun en esos primeros días no tenía idea de la magnitud del cambio que había atraído a mi vida.
En unos días más me caso, se fueron los dramas de la vida de saltar de una relación a otra, se fué mi idea de hacerme de plantas y gatos para ser la tía loca con la que amenazarían a los hijos de llevarlos si se portaban mal.
No soy de las que pueden jurar amores eternos, voy un día a la vez, pero en este camino, hay millones de cosas que he aprendido, a dejar de tener miedo y saber que uno mas uno suman UNO, que si tengo un problema hay alguien que me apoya incondicionalmente. Que esta más loco que yo y amo sumar nuestras locuras, que admiro su paciencia y día a día me impresiona la forma en que me demuestra lo que realmente significa el amor.
A que por fin después de toda esa independencia que aprendí a manejar con mi soledad acompañada, se siente bien sentirse acompañada este el o no. Se siente increíble escuchar que eres todo lo que una vez soño y escuchar como crecen nuestros años juntos en su mente e ir viendo como solo sucede.
Gracias Marzo por que has cumplido tu propósito de traer una nueva temporada y una nueva vida de nuevo para mi.
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