Durante más de dos décadas, no le tuve miedo a la muerte, estaba convencida de que cada minuto exprimía tanto mi vida que si llegaba mi hora estaría conforme. Además quería morir joven, no quería ver mi cuerpo chupado por el tiempo, arrugas en mi rostro, dientes postizos y un bastón de apoyo. Creo que como en mi vida, le tenía miedo a la debilidad. Pero hoy, no quiero que la vida me robe años, no quiero morir jamás. Quiero disfrutar a mi niña, verla crecer, estar en todos los momentos de su vida, verla enamorarse, reír, soñar, tener hijos. quiero que jamás cierre los ojos pensando que le gustaría que mamá hubiera estado ahí. Hoy quiero estar siempre ahí, así que vida, prepárate por que pienso acompañarte por siempre!!!
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